La aplicación de la ventaja es un fuero de autoridad, como ya vimos establecido en el Reglamento, pero para su correcta aplicación, se deberá soportar en su experiencia de juego y tener el “olfato”, para su aplicación en un momento determinado, siempre y cuando favorezca de manera clara y expedita al equipo que fue objeto de la infracción.
La aplicación debería ser casi inmediata a la infracción cometida y a quién se lo beneficie, acompañándolo con la señal ya reconocida universalmente de poner los brazos hacia adelante, la cual indica que la jugada debe continuar y reforzarla con la expresión verbal contundente de “JUEGUE”, de manera de dejar claro ante todos los presentes en el estadio, así como los televidentes, que en esa jugada se está aplicando la ventaja.
Es él, quien tendrá la potestad de permitir que el juego mantenga su desarrollo, siempre y cuando el equipo que sufre la infracción se beneficie de la ventaja tras la acción, y sancionará la infracción cometida, sino se produjera la situación ventajosa de manera inmediata.
Para ello, el Juez Principal, deberá activar su reloj mental y dentro del contexto de la jugada, medir si se produce o no tiene el efecto deseado, en un lapso de 3 o 4 segundos, transcurrido ese espacio de tiempo, en caso de no aplicarse la ventaja deberá detener el juego y volver a la infracción original.
La ventaja se otorgó y se hizo efectiva, aunque no se haya logrado el resultado esperado.
La ventaja no tiene sectores en el terreno de juego a los efectos de su aplicación, con la excepción de aquellas faltas que cometa un jugador en su propia área penal; en ese caso el Principal, deberá tener la máxima seguridad para otorgarla y beneficiar claramente al bando atacante.
Caso contrario: La mejor ventaja es el Penalti.