La defensa en zona en fútbol es un tipo de táctica defensiva que, junto a la defensa individual y a la defensa mixta, engloban las 3 grandes tácticas defensivas en el fútbol. La defensa en zona en fútbol está caracterizada por la asignación de espacios de influencia a cada jugador cuyos límites varían en función del balón, los compañeros y la portería y manteniendo vigilancias sobre los adversarios cercanos. Esto implica que el marcaje no solo se realiza al jugador adversario, sino también a determinadas zonas preestablecidas. Debe ser dinámica y adaptable debido al movimiento del balón y las diferentes posiciones que va tomando. Debe ser escalonada dentro de la misma línea defensiva y entre las diferentes líneas sobre el posicionamiento base y con permanentes coberturas entre los jugadores. Identificar espacios peligrosos en las cuales los jugadores deben actuar y espacios no peligrosos donde solo existen vigilancias defensivas. Estos espacios van a variar dependiendo del modelo de juego y el plan de partido. Debe cerrar los espacios peligrosos en bloque y de forma coordinada. El defensor debe asumir una posición que le permita robar, ralentizar o colocarse entre el adversario y la portería si el balón llega a su posición.
También podemos reconocer 2 tipos diferentes de defensa en zona en fútbol: Defensa en zona en fútbol con marcaje al jugador Cada jugador se responsabiliza de una zona y se mueve por ella en función del adversario más próximo, con el objetivo de cubrir estrechamente a los jugadores rivales próximos al balón y en un sector defensivo del terreno de juego. Defensa en zona con marcaje en zona Cada jugador se responsabiliza de una zona y se mueve por ella en función de la pelota y sus compañeros cercanos. Si un adversario avanza por esta zona, el defensor debe estar situado de tal manera que le sea posible seguir los movimientos de sus compañeros y al mismo tiempo, estar preparado para marcarlo. Con esta defensa no deben existir espacios libres. Estas acciones de marcaje deben tener una dimensión colectiva, ya que, al considerar a los compañeros como referencias de posicionamiento, es de esta coordinación colectiva de la que saldrá la eficacia de la acción.