Calienta. Debes dedicar entre cinco y siete minutos al calentamiento, en función de los ejercicios que hagas y del tipo de entrenamiento posterior. Elevarás la frecuencia cardíaca y el flujo de sangre a tus músculos, para que pueda trabajar mejor sin lesionarte. Trabaja en la técnica de carrera. Lo primero es tener una frecuencia rápida, que implica que las pisadas con cada pie deben ser muy seguidas. La cadera no se debe girar demasiado, puesto que quedará fuera del plano horizontal. La inclinación hace que los vectores se muevan lateralmente, por lo que nos sacaría de dicho plano. Para conseguir esta postura, debes trabajar tu zona abdominal.
Realiza ejercicios de fuerza. Trabajar la fuerza también permite mejorar la velocidad en el sprint. Por ejemplo, entrenamientos con cargas, como el hip thrust, las sentadillas o el peso muerto. El entrenamiento con resistencia también es buena opción, como los arrastres con trineo; la pliometría, con ejercicios como drop jump o el squat jump; entrenamiento abdominal y compensación del tren superior, con dominadas, remo con barra o press militar. Incorpora entrenamiento de velocidad. Para mejorar la velocidad en sprints, necesitas entrenar a velocidades cercanas a tu máximo. Para ello, incorpora en tu rutina repeticiones cortas de sprints a máxima intensidad con períodos de descanso entre cada repetición.
Trabaja en la explosividad. La capacidad de acelerar rápidamente es clave en los sprints, porque es lo que te permitirá mejorar la velocidad. Dedica tiempo a realizar ejercicios que desarrollen explosividad, como saltos pliométricos, saltos de caja y lanzamientos de peso. No descuides el trabajo de flexibilidad. La flexibilidad es importante para permitir un rango completo de movimiento en las articulaciones. Dedica tiempo a estirar regularmente los músculos de las piernas y la cadera para mejorar tu amplitud de movimiento y reducir el riesgo de lesiones. Descansa y recupérate adecuadamente. Del mismo modo en que no se pueden realizar entrenamientos de alta intensidad o pliométricos con excesiva frecuencia porque los músculos se fatigan en exceso, también es necesario dedicar tiempo a que el cuerpo descanse y se recupere de los esfuerzos intensos. Entre unas sesiones y otras, debes dormir lo suficiente y obtener un buen descanso.