La ventaja se termina si el árbitro considera que el equipo no infractor ha obtenido una ventaja, el árbitro permite que el juego continúe. La ventaja se termina si el árbitro considera que es improbable que el equipo no infractor obtenga una ventaja, el árbitro detiene el juego y aplica la sanción correspondiente a la infracción por la cual se estaba jugando la ventaja. La ventaja se termina si el equipo no infractor comete una infracción antes de haber obtenido una ventaja, el árbitro detiene el juego y aplica la sanción correspondiente a la primera infracción. La ventaja se termina si el equipo infractor comete una segunda infracción por la cual no se puede obtener una ventaja, el árbitro detiene el juego y aplica la sanción adecuada y más ventajosa. La ventaja no debe ser aplicada y el árbitro debe soplar inmediatamente el silbato cuando el balón o un jugador en posesión del balón toca al árbitro y cualquiera de los equipos obtiene una ventaja. La ventaja no debe ser aplicada y el árbitro debe soplar inmediatamente el silbato cuando el balón sale por cualquier extremo del túnel en una melé. La ventaja no debe ser aplicada y el árbitro debe soplar inmediatamente el silbato cuando la melé es girada más de 90 grados. La ventaja no debe ser aplicada y el árbitro debe soplar inmediatamente el silbato cuando un jugador en una melé es elevado en el aire o forzado hacia arriba y queda sin ningún apoyo en el suelo. La ventaja no debe ser aplicada y el árbitro debe soplar inmediatamente el silbato cuando un tiro rápido, golpe franco o golpe de castigo se efectúan incorrectamente. La ventaja no debe ser aplicada y el árbitro debe soplar inmediatamente el silbato cuando se hace muerto el balón. La ventaja no debe ser aplicada y el árbitro debe soplar inmediatamente el silbato cuando sería peligroso permitir que el juego continúe. La ventaja no debe ser aplicada y el árbitro debe soplar inmediatamente el silbato cuando existe la sospecha de que un jugador está gravemente lesionado.