El marketing es la base de la estrategia comercial de cualquier empresa, su dominio marca la diferencia entre ser alguien en el mercado o pasar totalmente desapercibido.
Sin embargo, antes de empezar hay que tener claro… Qué es y qué no es marketing.
El marketing agrupa, a grandes rasgos, todas las técnicas e instrumentos que permiten a una empresa darse a conocer entre sus clientes potenciales, informándoles de su propuesta de valor y de sus diferencias respecto de los competidores, todo ello con un único objetivo: convencer a un cliente potencial de que compre nuestros productos y servicios.
Y la venta agrupa todas las técnicas de negociación y cierre de la operación de venta, es decir, todo aquello que nos permita convencer al cliente de que firme el contrato y pague por nuestros productos y servicios.
Vemos, por tanto, que son dos materias complementarias pero diferentes, y no debemos caer en el error de creer que una funcionará sin la otra.
Las tres fases del marketing son la de atracción, la de educación o relación y la de conversión.
Cuando se planifican las acciones de marketing, lo que en realidad se hace es establecer un camino cuya única función es dirigir a un cliente potencial hasta un punto en el que los vendedores puedan hacer su trabajo con ciertas garantías de éxito.
El camino del marketing tiene tres paradas o fases sucesivas bien definidas que conforman una suerte de embudo que, si es bien ejecutado, llevará a los clientes allí donde queremos que vayan.
Se trata aquí de utilizar las herramientas adecuadas para llamar la atención de nuestros clientes potenciales.
Para ello puede utilizarse la publicidad tradicional, el marketing digital, el marketing de contenidos, la celebración de eventos…
Ahora que contamos con la atención de nuestro cliente potencial debemos engancharle antes de que pierda interés.
El objetivo es crear una relación fuerte con ellos, para lo cual buscaremos iniciar una conversación con nuestro cliente que nos permita establecer una relación de confianza.
Es el momento en el que ofrecemos a los clientes nuestros productos y les proponemos una acción, ya sea la compra directa, ya sea que nos cedan sus datos para entrar en contacto.
Es ahora cuando entran en juego las ventas, y no te equivoques, da igual que tengas equipo de vendedores o que tus ventas sean más automáticas como en una tienda virtual o en un supermercado, lo que ocurra a partir de ahora ya no es marketing, son ventas.
Si la venta la cierra una persona física, ya sea por teléfono o atendiendo personalmente al cliente se tendrán que utilizar las llamadas genéricamente técnicas de venta, que incluyen técnicas de negociación, resolución de objeciones, cierre, etc.
Si tus ventas son más automáticas por ejemplo a través de una tienda virtual o física donde el cliente elige a solas qué productos comprar entran en juego las técnicas del merchandising.