El Síndrome de Wendy hace referencia a la necesidad de satisfacer de deseos a otra persona, generalmente a la pareja o a los hijos; dejando el segundo plano los deseos de sí mismo. El miedo a ser rechazado o abandonado es la primera causa que da a lugar al síndrome de Wendy, esto en conjunto con otras variables como la influencia cultural, el estilo educativo, rasgos de personalidad entre otros. Se forma la idea de que la mujer es la encargada del bienestar y cuidado de la familia. Los rasgos de personalidad hablan de la baja autoestima e introversión. Este miedo que también conlleva características patológicas hacen que de manera compulsiva cumplan los deseos de otros asumiendo las responsabilidades de otros, porque crea una sobre carga ella misma. Por otro lado, el Síndrome de Wendy puede enmascarar una necesidad de control al otro, es decir si yo me hago imprescindible para ti yo tengo más poder que tú y te puedo controlar. Por lo que el tratamiento deberá ser trabajado de forma inversa pero se parte del principio de igualdad y equidad. Este Síndrome es difícil de detectar, ya que en algunos contextos aún existe esta parte de que aquella mujer que se responsabiliza de los demás antes que sí misma, es la mujer deseable.