El Síndrome de Hubris es un trastorno que se caracteriza por generar un ego desmedido y desprecio por las opiniones y necesidades de los demás.
La palabra hubris, de origen griego, significa orgullo o arrogancia.
Los griegos utilizaban este término para hablar de la arrogancia humana frente a los dioses, que les hacía creer que podían conseguirlo todo.
En 2008, el neurólogo David Owen acuñó este término en su libro: ‘En el poder y en la enfermedad’, en el que analiza el comportamiento de políticos como Roosevelt, Ariel Sharon, el sha de Irán, Bush, Blair, etc.
Aunque existe comorbilidad con el narcisismo y con el trastorno bipolar, Owen lo describe como un trastorno reversible en personas sanas.
Síntomas psicopatológicos relacionados con el poder Confianza exagerada en sí mismo, imprudencia e impulsividad.
Sentimiento de superioridad.
Desmedida preocupación por la imagen, lujos y excentricidades.
El rival debe ser vencido a cualquier precio.
La pérdida del mando o de la popularidad termina en la desolación, la rabia y el rencor.
Desprecio por los consejos de quienes les rodean.
Alejamiento progresivo de la realidad.
Memento Mori: los generales romanos victoriosos recibían a su entrada en Roma una corona de laurel y un esclavo que, ante los vítores del pueblo, les susurraba unos pasos más atrás: ‘memento mori’ (‘recuerda que eres mortal’), para recordarle las limitaciones de la naturaleza humana, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia.