Contactos eléctricos directos: la persona entra en contacto con partes activas de la instalación o aparatos en tensión.
Contactos eléctricos indirectos: el contacto se produce con partes que accidentalmente han sido puestas en tensión, como una carcasa mal aislada que toca un cable.
Estos dos tipos de contactos eléctricos pueden producirse a causa de un mal aislamiento de las partes de una instalación.
Prevenir un contacto eléctrico directo
Para evitar estos tipos de contactos eléctricos, las partes en tensión deben estar siempre adecuadamente protegidas.
Los tipos de contactos eléctricos indirectos son más difíciles de detectar y prevenir, ya que se producen por partes accidentalmente puestas en tensión por otras.
Si un cable de un aparato eléctrico, como un secador, se suelta y transfiere tensión a la carcasa, al tocarla sufrirás una descarga eléctrica.
Un contacto eléctrico indirecto es más impredecible que uno directo.
Para prevenir y evitar este tipo de contactos eléctricos, una de las medidas es contar con dispositivos de Clase II, o con doble aislamiento.
Otra medida de protección es tener todas las carcasas de los aparatos conectadas a tierra y a un interruptor diferencial.
En caso de fallo, la toma de tierra evita la electrocución, y el diferencial corta el suministro eléctrico.