Me molesta el contacto físico en general.
Me irritan terriblemente los golpecitos en brazos y piernas, hasta el punto de ser desagradable con facilidad al apartarme o decirle a alguien que deje de hacerlo.
No soporto que me toquen la cara.
Pero, sinceramente, ¿a alguien le gusta que le toquen la cara?
Igual es algo que odio tanto porque de niña tenía tales mofletes, que era de lo más tentador para todas las manos pellizcadoras perteneciendo a tías abuelas normalmente.
Me cuesta contestar a eso.
Es una mezcla de sentir invadido mi espacio de una forma muy agresiva y , por otro lado, no lo siento necesario.
En cuanto a abrazos, aunque os parezca de lo más contradictorio, me encantan y los necesito.
Pero sólo los abrazos profundos.
Esos abrazos que te dejan sin respiración (no literal).
Eso sí, con aviso previo.