El Tiempo muerto es una práctica que invita a cualquier persona, trabajador de la empresa o no, en cualquier momento, a detener una tarea en la que identifique un riesgo potencial no gestionado o prevenido o se den condiciones por debajo del estándar de trabajo habitual y se pueda comer algún error crítico que desemboque en un suceso. Al igual que en baloncesto, el Tiempo muerto permite a los trabajadores analizar y discutir la “jugada”. Permite analizar las circunstancias que se dan en el propio “tajo” a pie de puesto de trabajo y aclarar la mejor forma de hacer la tarea de forma segura y saludable, teniendo en cuenta todos los condicionantes que puedan darse. Normalmente, en esta discusión de la jugada participan las personas que ocupan el puesto de trabajo. En caso de necesitar consejo o ayuda puede contarse con la experiencia de compañeros veteranos que hayan realizado la operación en cuestión u otra parecida con anterioridad y por supuesto, la ayuda del mando directo. Funciona especialmente bien cuando la persona tiene dudas, o poca experiencia en la realización del trabajo. Es eficaz, en el caso de personas noveles que pueden tener “reservas” sobre la imagen que trasmitirán a sus responsables o a sus compañeros si paran el trabajo. En estos casos el mensaje que lanza la organización es positivo y reconoce que tiene prevista la necesidad que puede tener una persona con dudas, para parar, solicitar colaboración y pensar cómo realizar la operación de forma segura. Como resultado de esta práctica, la persona y el equipo podrá extraer unos aprendizajes de cara a futuro.