El equilibrio y la coordinación son habilidades motoras fundamentales que nos permiten mantener el control y la estabilidad en nuestras actividades cotidianas.
La falta de equilibrio y coordinación puede ser causada por cambios fisiológicos normales del envejecimiento o por patologías diversas que comprometan sistemas relacionados como el sistema nervioso, el vestibular, el visual o el proprioceptivo.
El sistema vestibular es un sistema muy complejo que se asocia con el estado de equilibrio o desequilibrio que regularmente experimenta un individuo.
Una terapia de rehabilitación eficaz debe incluir el adiestramiento proprioceptivo y vestibular, ya sea mediante ejercicios de entretenimiento convencionales o artes marciales, o mediante procedimientos de alta tecnología como realidad virtual y videojuegos.
Las pruebas de balance y la marcha permiten determinar el sistema predominante de control postural, los tratamientos de rehabilitación diseñados para restored el equilibrio y prevenir las caídas.
El test de Romberg modificado nos permite identificar patologías vestibulares centrales o periféricas que requieran terapias específicas para el manejo del equilibrio.
Un programa de fisioterapia bien diseñado busca la recuperación y el mantenimiento de la capacidad funcional de las actividades de la vida diaria, con especial énfasis en la prevención de caídas y lesiones.
Estos programas suelen abarcar ejercicios de fortalecimiento muscular, balance y coordinación, flexibilidad y movilidad, así como terapias específicas para abordar cualquier discapacidad o limitación subyacente.
La participación activa del paciente en su proceso de rehabilitación es crucial, ya que el compromiso con los ejercicios y actividades recomendadas puede marcar la diferencia en la recuperación efectiva del equilibrio y la coordinación.
La terapia física puede incluir la utilización de equipos como el standing frame, el cual sirve de soporte para mantener la postura erguida y favorecer la movilidad y el equilibrio en personas con dificultades para sostenerse de pie.
Para problemas específicos como el vértigo posicional paroxístico benigno, existen maniobras de terapia física que buscan reubicar los canalículos del oído interno y aliviar los síntomas de desequilibrio y mareo.