En la NBA, cada equipo dispone de 7 tiempos muertos en total durante un partido, con una duración de 75 segundos cada uno.
En la NBA se estipula que habrá como máximo cuatro tiempos muertos en el último cuarto, y dentro de él en los últimos tres minutos se reducen a 3.
Si un equipo decide solicitar un tiempo muerto cuando ya no tiene disponibles se le sancionará con una pérdida de posesión y una falta técnica.
En la FIBA, cada equipo tiene derecho a 2 tiempos muertos en la primera mitad y 3 tiempos muertos en la segunda mitad, con una duración de 60 segundos cada uno.
Los entrenadores o jugadores pueden solicitar un tiempo muerto cuando tienen posesión del balón o durante una interrupción de un partido, excepto en la FIBA donde solo el entrenador principal puede pedir un tiempo muerto.
En el baloncesto universitario de Estados Unidos, los equipos tienen derecho a 4 tiempos muertos por partido, y se concede un tiempo muerto adicional si hay tiempo extra, con una duración que varía entre 30 y 60 segundos dependiendo del momento del juego.
En la NBA se integran pausas obligatorias de televisión conocidas como timeouts dentro de los tiempos muertos regulares.
En caso de que un equipo no use su cuota mínima de tiempos muertos antes de ciertas marcas en el juego, se asigna un tiempo muerto obligatorio, para cumplir con acuerdos televisivos.
Los tiempos muertos solo pueden pedirse durante interrupciones del juego, como un saque o un tiro libre en la FIBA.
El tiempo muerto es muy importante en el baloncesto porque permite a los entrenadores dar instrucciones claras y motiva a los jugadores.