El tiempo regular se refiere a las horas de trabajo típicas de los empleados, excluyendo las horas de trabajo adicionales, como las horas extraordinarias.
El tiempo regular sólo se refiere a los empleados no exentos, que deben trabajar un número determinado de horas por período de pago y tienen derecho a cobrar las horas extraordinarias si superan esas horas.
En EE.UU. y en el resto del mundo, se suele considerar que una jornada completa son 40 horas semanales, aunque los empresarios tienen cierto margen de maniobra a la hora de estipular lo que se considera jornada completa y jornada parcial.
Algunos países tienen normas diferentes sobre lo que constituye un empleo a tiempo completo.
En Francia, por ejemplo, 35 horas se consideran trabajo a jornada completa, y todo lo que exceda de esa jornada dará lugar al pago de horas extraordinarias.
La condición de empleado regular no se concede a los empleados contratados temporalmente, como los temporeros, los becarios y otros.
Esencialmente, cualquier persona contratada con la presunción de un empleo indefinido y a la que se garantice un número determinado de horas por semana laboral puede considerarse un empleado fijo.