Las boyas de balizamiento ayudan a la navegación marcando un canal fluvial o marítimo, así como obstáculos y áreas administrativas, para permitir a los barcos navegar con seguridad.
Las boyas salvavidas, diseñadas para ser lanzadas a una persona que haya caído al agua, proporcionándole flotación.
Las boyas DART, de detección de tsunamis o maremotos, que pueden detectar cambios drásticos en la presión del agua y forman parte de los sistemas de alerta de tsunamis.
Las boyas respondedoras, que pueden ser interrogadas mediante ondas de radar por los barcos y que responden con su situación y distancia a la nave.
Las sonoboyas, utilizadas en la guerra submarina para detectar submarinos mediante sónar.
Las boyas a la deriva o correntómetros, tubulares y generalmente de aluminio, pueden regularse para permanecer a un cierto nivel de densidad, y así comprobar la velocidad de las corrientes marinas.
Las boyas meteorológicas y oceanográficas, que incorporan sistemas de adquisición de datos para obtener datos meteorológicos y oceanográficos en alta mar.
Los submarinistas utilizan boyas con dos finalidades distintas: Boyas de balizamiento, para indicar su situación a modo de emergencia, en cuyo caso cumplen la misma función que la bandera alfa, aunque el código de señales marítimas no la reconoce.
Boya inflable, para marcar una posición, o como ayuda para sacar objetos pesados del agua.
Se pueden inflar con el aire comprimido de la botella.
En las regatas, se usan boyas para marcar los puntos de viraje o las calles a usar por los participantes.
En las cañas y redes de pesca, la boya es el corcho o flotador que se coloca para evitar que éstas se hundan, así como para marcar la posición del anzuelo o de la red.