El juego de los 10 pases es una actividad dinámica e inclusiva, ideal para las clases de educación física.
Con una estructura sencilla y adaptable, este juego fomenta el trabajo en equipo, la comunicación y el respeto por las normas, promoviendo la participación de todos los jugadores, independientemente de sus habilidades.
En este juego, los participantes se dividen en dos equipos que competirán en un espacio delimitado.
El objetivo principal es que el equipo atacante logre realizar diez pases consecutivos con el balón sin que este toque el suelo.
Durante los pases, los jugadores deben recordar que no pueden devolver el balón inmediatamente a la persona que se lo pasó y tampoco pueden desplazarse mientras lo tienen en las manos.
El equipo defensor, por su parte, intenta interceptar el balón, pero siempre respetando las normas del juego.
Si logran interceptar un pase, los roles de los equipos se intercambian de inmediato.
Si el balón sale fuera de los límites del campo, el juego se reanuda a favor del equipo que no provocó su salida.
Cuando el balón cae al suelo, el equipo atacante debe reiniciar el conteo de pases desde cero.
Sin embargo, si un defensor solo toca el balón sin lograr interceptarlo, el conteo se mantiene.
Esta regla anima a los jugadores a mantener la atención y la concentración durante toda la partida.