El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitó este martes Bájmut, ciudad en la región de Donetsk, a unos cien kilómetros de la frontera con Rusia, sometida todo este tiempo a incesantes ataques de la fuerzas rusas, donde departió con los soldados e impuso condecoraciones. Zelenski afirmó que Bájmut sigue siendo el «punto más caliente» de toda la línea del frente de 1.300 kilómetros. La campaña lanzada el 24 febrero que según Putin debía «desmilitarizar» y «desnazificar» Ucrania, y que medios afines al Kremlin presentaron el primer día prácticamente como un «paseo militar», se ha convertido en un desafío mayúsculo a Rusia, que ha puesto en duda incluso la capacidad de su Ejército. La resistencia presentada por Ucrania, apoyada por Occidente, ha desvelado las carencias de las tropas rusas en una campaña bélica convencional, ya que no han podido capaces de hacerse con el control con la totalidad del territorio de las regiones anexionadas. El único logro importante del Ejército ruso en casi diez meses de combates ha sido la creación de un corredor terrestre hacia la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, a través de autoproclamada república popular de Donetsk y del sur de las regiones de Zaporiyia y Jersón. El corredor, de importancia estratégica, podría ser, según expertos militares occidentales, el objetivo de una próxima contraofensiva ucraniana después de la de Járkov, en el noreste del país, y de la que concluyó en octubre pasado con la recuperación de Jersón, capital de la región homónima, en el sur del país. Con el correr de las semanas y la llegada de armamento occidental moderno, el Ejército ucraniano consiguió estabilizar la situación en los frentes y frenar la ofensiva de las tropas rusas sobre Kiev, que tuvieron que replegarse, retirada que fue presentada por Moscú como un «gesto de buena voluntad». Luego se sumaron repliegues en el este y el sur, a lo que siguió un cambio de táctica radical de Rusia: a partir de octubre comenzó a atacar masivamente con cohetes y drones las infraestructuras energéticas de Ucrania, privando de luz, calefacción y agua a millones de ucranianos.