La hafefobia es una fobia específica rara que involucra el miedo de tocar o de ser tocado.
Es una exageración aguda de las tendencias normales para proteger el espacio personal, expresado como un miedo de contaminación o invasión, y extendiéndose incluso a gente a quien el sujeto conoce.
Algunas personas nacen con hafefobia, mientras otras pueden desarrollarla, predominantemente después de una mala experiencia.
Más raro aún, es causada por una reacción extrema a su entorno.
A veces, el miedo es específicamente restringido, o predominantemente, a ser tocado por personas del opuesto o mismo sexo.
Esto es frecuentemente asociado con un miedo de abuso sexual.
Dorais reporta que muchos chicos quienes han sido víctimas de abuso sexual tienen un miedo a ser tocados, citando a una víctima quien describe ser tocada como algo que «quema como fuego», causándole congelamiento o arremetimiento.
Como con otras fobias y ansiedades, los síntomas experimentados por las víctimas de la hafefobia pueden variar en la persona; sin embargo, una lista no exhaustiva de síntomas incluye: incomodidad, transpiración, náuseas, palpitaciones de corazón, boca seca, mareos, pánico, entumecimiento, sensaciones intensificados, dificultad para respirar, sentirse atrapado, tensión muscular y rigidez, temblores, hiperventilación, sentirse fuera de control, sensación de muerte inminente o desastre, urticaria.