El hombre ha fantaseado con la idea del Fin del Mundo desde el comienzo de la civilización y es una configuración constante en la cosmogonía de un sin fin de culturas y pueblos del mundo. Actualmente, la idea del Fin del Mundo es un concepto abordado por líderes, científicos e incluso entre la población mundial, que día a día es testigo de diversos factores que hacen que los pensamientos en torno al fin de la humanidad se vuelvan más presentes. Tras el estallido de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, que generaron mucha preocupación entre la sociedad por este tipo de armas y energías, Albert Einstein y varios científicos que trabajaron en el Proyecto Manhattan, entre ellos J. Robert Oppenheimer, fundaron el Boletín de Científicos Atómicos. El Reloj del Juicio Final se instituyó así como una herramienta simbólica creada por científicos para visualizar la probabilidad de que la humanidad desaparezca. Para este 2024, el Reloj del Juicio Final o del Apocalipsis, se mantiene en 23:58:30, a solo 90 segundos de la simbólica medianoche, que representa el fin del mundo. Nuestro planeta experimentó en 2023 "el año más caluroso jamás registrado" y se produjeron enormes catástrofes ambientales: inundaciones, incendios forestales y otros desastres derivados de la crisis climática. El Boletín también señaló como factor la expansión que ha habido en el último año de la inteligencia artificial, una herramienta que, advirtieron los científicos, tiene un gran potencial bélico y de desinformación. El Reloj del Juicio Final (Doomsday Clock en inglés) se instituyó como una herramienta simbólica creada por científicos para visualizar la probabilidad de que la humanidad desaparezca. En 2023, los científicos decidieron rebajar de 100 a 90 los segundos restantes para el apocalipsis, los más cerca que el reloj había estado nunca de marcar su hora final, y este año optaron por mantener la misma hora.