La precisión en el deporte se refiere a la habilidad de un atleta para realizar una tarea específica con una alta exactitud.
En general, cuanto menor sea el error o la desviación estándar, mayor será la precisión del resultado.
Un integrante del equipo desliza la piedra sobre la pista de hielo y, para ayudar al desplazamiento, el resto de los integrantes usan escobas que despejan el camino.
La precisión está involucrada todo el tiempo: el lanzador debe empujar la piedra de granito con la fuerza y dirección adecuada para buscar el centro de la diana, si bien ese impulso le da una dirección, el resto del equipo ayuda con escobas a pulir o raspar la pista de hielo para que la piedra llegue de forma más exacta y alejar a las piedras del equipo contrario.
Se requiere una gran precisión en la dirección y fuerza de cada tiro, pero también en la colaboración del equipo que limpia la trayectoria.
El drive es el tiro de salida y generalmente implica una buena dosis de fuerza en la dirección correcta, sobra decir que se requiere buena precisión en potencia y la dirección que el palo da a la pelota.
Una vez que la bola ha quedado en el green, se ejecuta el putt, este tiro busca que la bola ruede a lo largo del green para embonar en el hoyo destino.
Aquí la precisión es un factor vital, ya que implica golpear la pelota con la fuerza y dirección adecuada para que ruede hasta embonar el destino sin que le falte distancia y sin mucha fuerza porque puede saltar el hoyo en turno.
El deporte ráfaga exige a los jugadores una gran condición física, músculos fuertes, buenos reflejos, improvisación, técnica y una gran precisión.
Para poder desplazarse el jugador debe botar de forma precisa el balón mientras camina o corre.