Los equipos están formados por siete jugadores, seis de ellos en el campo y uno de portero, y puede haber un máximo de seis jugadores en el banquillo.
Los partidos de la categoría masculina se dividen en cuatro tiempos de ocho minutos cada uno y se juegan en piscinas de 3 metros de profundidad, 20 metros de ancho y 30 de largo.
Cada selección tiene derecho a cuatro tiempos muertos, uno por tiempo, con una duración de un minuto.
Al atacar, las ofensivas tienen un máximo de 30 segundos de duración y si el tiempo se agota sin haber tirado a portería, la posesión pasa al equipo rival y el reloj de tiro vuelve a cero.
Cada equipo tiene un color de gorro, en blanco o tonalidades claras para los locales y azul o colores oscuros para los visitantes.
Sin embargo, si el color característico de la bandera del local es oscuro, se suele aceptar el cambio.
En ambos casos, los porteros deben llevar el gorro de color rojo en su mayoría.
Se permite el contacto físico.
Por tanto, la fuerza y la potencia físicas son fundamentales en un deporte de máxima dureza.
De hecho, nació como la versión acuática del rugby.