La regla 7-38-55 afirma que la comunicación se transmite de la siguiente manera: el 7% a través de las palabras, el 38% con nuestro tono de voz y el 55% a través del lenguaje corporal.
El 93% de la comunicación es no verbal y el 7%, verbal.
Dentro de la comunicación no verbal está el tono de voz, la entonación, el ritmo y los llamados códigos paraverbales que representan el 38%, y el lenguaje corporal y los gestos que son el 55% y engloban desde expresiones faciales hasta nuestra postura, pasando por cualquier movimiento del cuerpo.
La regla 7-38-55, aunque controvertida y rebatida por algunos científicos, tiene algunas limitaciones y los resultados no se pueden extrapolar a situaciones distintas a las del estudio, como bien explicaba él mismo.
Los experimentos se centraban específicamente en conversaciones emocionales en las que palabras y expresiones no coincidían como podría pasar con el comportamiento pasivo-agresivo.
La credibilidad de un mensaje depende de la información que nos llega por las tres “V” de la comunicación: las palabras el tono de voz y el lenguaje corporal, así que si el mensaje transmitido a través del canal vocal y el visual no concuerda con el emitido a través del canal verbal, el estudio asegura que priorizamos lo percibido por los canales no verbales.
Mehrabian afirma que la ecuación "Agrado total = 7% agrado verbal + 38% agrado vocal + 55% agrado facial" solo es válida en el caso de que un comunicador esté discutiendo sus sentimientos o actitudes.
La regla 7-38-55 es útil para centrar la atención en situaciones en las que es difícil leer las intenciones o emociones de los demás.
Si lo que dices no coincide con tu tono o con tu lenguaje corporal, tu interlocutor hará más caso a lo que ve que a lo que oye.
Entender bien la regla 7-38-55 es un sinónimo de inteligencia emocional y si haber oído hablar de ella nos hace ser más conscientes de nuestro lenguaje corporal y tono de voz, y de las señales no verbales de otras personas, ya habremos ganado mucho.
Para los niños aprender a identificar y usar su voz y lenguaje corporal es clave para el desarrollo de su inteligencia emocional.