La cancha: los 22 jugadores disputan el partido en un terreno que mide entre 90 y 120 metros de largo, por no menos de 45 y no más de 90 metros de ancho.
El balón: la pelota debe contar con unas medidas de entre 68 y 70 centímetros, con un diámetro de entre 21,65 y 22,29 centímetros.
Número de jugadores: la regla dice que los equipos deben de componerse por 11 jugadores cada uno.
Equipo de los jugadores: los 11 jugadores del campo deben portar una camiseta de su club, con nombre y número.
Pantalones cortos, medias largas, canilleras y zapatos especiales para jugar.
Los arqueros usarán guantes y uniforme distinto a los colores de los demás jugadores.
Árbitro: es la persona encargada de dirigir el partido.
Tiene la responsabilidad de vigilar que las reglas se cumplan.
Debe señalar saques de banda, de arco, de esquina, goles y fueras de juego.
Hoy está apoyado por el VAR.
Jueces de línea: son el apoyo para el juez central.
Lo ayudarán a que las reglas del juego se cumplan.
Apoyan las jugadas que sucedan por los costados, decretan saques laterales, faltas o cambios y marcarán el fuera de juego.
Duración del juego: el tiempo reglamentario de cada partido será de 90 minutos, divididos en 45 por cada parte.
El juez tiene la facultad de añadir de acuerdo al tiempo que se pierda.
Se advierte que para series de eliminatoria, en caso de empate en los 90 minutos, se jugarán 30 más, en dos tiempos de 15 cada uno.
Si no hay desempate, el ganador se definirá por penales.
Saques de esquina: se sanciona cuando el balón sale en las líneas del arco.
Si el último jugador en tocarla fuera un rival, el portero reanudará el encuentro desde su área pequeña.
Tiro de esquina: si el jugador que saca el balón por las líneas del arco es el que defiende su propio arco, el juez señalará tiro de esquina.
Este se cobrará por la una de las puntas más cercanas a donde salió el balón.