En cuanto al tiempo de juego, un partido se divide, de acuerdo a las reglas actuales, en cuatro periodos de ocho minutos de juego efectivo, comenzando el tiempo cuando un jugador toca la pelota en casa periodo de inicio. Es decir, el partido completo debe durar un total de 32 minutos. Las primeras reglamentaciones establecían una duración para los partidos de 20 minutos, unos tiempos que se han alargado hasta los 32. Entre el primer y segundo periodo hay dos minutos de intervalo, entre el segundo y el tercer periodo, tres minutos, y entre el tercer y el cuarto periodo, otra vez dos minutos. Hay que destacar que cada equipo puede retener el balón 30 segundos antes de efectuar un lanzamiento a la portería contraria. Cuando se detiene el juego por la razón que sea, también se detiene el cronómetro. Además, existen expulsiones temporales y definitivas, y en caso de necesitarlo, un entrenador puede solicitar dos tiempos muertos en todo el partido, ambos de un minuto de duración. Si el partido acaba en empate, sería necesario una tanda de penaltis para determinar un resultado, que se efectúa 30 minutos después del partido.