La técnica de “tiro en seco” es primordial para cualquier tirador o usuario de armas, y muy especialmente para los que desean mejorar su precisión o evitar esos errores, al igual que con la escritura o la conducción, debemos memorizar correctamente la ejecución de los movimientos, la coordinación del disparo y la visión de los elementos de puntería.
De manera elemental voy a describir como realizar un ejercicio de tiro en seco.
Tanto si utilizamos una mano como dos para empuñar nuestra arma corta, ya sea pistola o revolver, debemos realizar un buen agarre, esto es la base para lo que sigue a continuación.
Como he mencionado hay varias formas de entrenar, este ejercicio está especialmente indicado para tiradores deportivos, pero con variantes puede ser utilizado por otros usuarios distintos.
Utilizando nuestra arma, nos colocamos frente a una pared de color claro o un folio pegado a la pared, de tal manera que los elementos de puntería de color negro, resalten adecuadamente sobre un fondo claro.
Teniendo alza y punto de mira alineados, comenzamos la presión del disparador poco a poco, no tenemos que provocar el disparo, todos los entrenadores decimos lo mismo, el disparo tiene que sorprender.
Si cuando soltemos el disparo hemos apreciado movimientos bruscos en los elementos de puntería significa que hemos provocado el disparo, si por el contrario los elementos no se han desalineado o bien han permanecido estables entonces habremos efectuado un disparo correcto.
Existe otras variantes a este ejercicio, tanto para deportistas como para fuerzas policiales, pero la base siempre es la misma.
Esto es lo que denominaríamos un ejercicio simple, es decir solo trabajamos el disparador, si además lo integramos junto con otros ejercicios como desenfunde, cambio cargador, empuñamiento, etc… lo denominaremos ejercicio complejo.