Las estrategias defensivas son utilizadas por las empresas que disfrutan de importantes cuotas de mercado en mercados crecientes o maduros para mantener valores de cash flow que apoyen la consecución de beneficio a corto plazo y el valor para los accionistas.
Existen estrategias defensivas básicas como Proteger la posición, Optimizar la posición y Monetizar, cosechar, desinvertir.
Proteger la cuota de mercado es importante, ya que si se partes de una cuota de mercado elevada, se necesita invertir más para proteger la cuota de participación.
Para mantener la rentabilidad, las empresas deben desarrollar nuevos productos, mejorar la calidad de productos y servicios y apoyarse en los presupuestos de marketing necesarios.
Desarrollar la lealtad en el cliente es también una estrategia defensiva exitosa, ya que un nivel de recompra alto puede resultar más rentable que otro negocio que tenga la misma cuota de mercado.
La estrategia defensiva básica III se enfoca en Monetizar, cosechar, desinvertir, con el objetivo estratégico de obtener cash flow.
Esto puede lograrse a través de la gestión atractiva de la tesorería, con una inversión mínima en recursos de marketing y precios bajos, o mediante la cosecha y desinversión para adquirir tesorería.
La estrategia de cosecha implica elevar el precio y poner poco esfuerzo en ventas o servicios, mientras que la desinversión implica retirarse del mercado de manera rápida o lenta.
En resumen, las estrategias defensivas son cruciales para las empresas que buscan mantener su posición en el mercado y maximizar su beneficio.