El método 3-2-1 propone una división semanal que combina distintas disciplinas, permitiendo trabajar la fuerza muscular, la movilidad articular y la capacidad cardiovascular de manera armónica.
Su nombre sintetiza su esencia: tres sesiones de fuerza, dos de pilates y una de cardio.
La base está conformada por tres sesiones de entrenamiento de fuerza.
En ellas se trabajan los principales grupos musculares mediante ejercicios como sentadillas, peso muerto, press de banca o dominadas.
El desarrollo de la fuerza resulta esencial no solo para aumentar la masa muscular, sino también para fortalecer huesos y articulaciones, contribuyendo a una mejor calidad de vida.
A estas sesiones de fuerza se suman dos de pilates, disciplina enfocada en la movilidad, la flexibilidad y el fortalecimiento del core.
Finalmente, el esquema semanal se completa con una sesión de ejercicio cardiovascular.
Este entrenamiento busca mejorar la capacidad pulmonar y la salud del sistema circulatorio.
La flexibilidad en el método 3-2-1 permite sustituir sesiones intensas por actividades más ligeras.
La combinación de disciplinas dentro de una misma semana aporta una serie de beneficios que van más allá de la mera mejora física.
Una de las principales ventajas radica en la mejora conjunta de la fuerza, la movilidad y la resistencia, logrando así un estado físico más equilibrado y funcional.
Al trabajar el cuerpo desde diferentes enfoques, se disminuye la posibilidad de descompensaciones musculares y se promueve una salud integral.