En el baloncesto profesional, los tiempos muertos son pausas estratégicas que los entrenadores y, en algunos casos específicos, los jugadores pueden solicitar para ajustar tácticas, dar instrucciones o cortar el ritmo del equipo contrario. La cantidad y el funcionamiento de los tiempos muertos varían según la competición. En la NBA, cada equipo dispone de 7 tiempos muertos en total durante un partido. Los tiempos muertos son de 75 segundos. En el caso de que un equipo ya no tenga más tiempos muertos y decida solicitar uno se le sancionará con una pérdida de posesión y una falta técnica. En la FIBA, cada equipo tiene derecho a 2 tiempos muertos en la primera mitad, 3 tiempos muertos en la segunda mitad y 1 tiempo muerto adicional en tiempo extra, si lo hubiera. Cada tiempo muerto dura 60 segundos y sólo el entrenador principal puede solicitar un tiempo muerto a la mesa de control. Los tiempos muertos solo pueden pedirse durante interrupciones del juego, como un saque o un tiro libre. En el baloncesto universitario, los equipos tienen derecho a 4 tiempos muertos por partido. Y se concede un tiempo muerto adicional si hay tiempo extra.