Las estrategias push son un conjunto de acciones con sentido descendente, es decir, parten de la empresa y se dirigen al consumidor.
Su objetivo principal es conseguir que el usuario compre el producto a través de las acciones de marketing seleccionadas.
Se consideran de “empuje” porque “la empresa empuja a la venta”.
Son varias las razones por las que se puede usar este tipo de estrategias, pero, fundamentalmente, se utilizan cuando se está lanzando un nuevo producto.
Tanto si se es una marca destacada como si no, un lanzamiento de algo novedoso es algo que debe llegar a los usuarios.
Las estrategias push también son muy útiles para situaciones donde se busca destacar en un mercado con mucha competencia.
Empujar al consumidor hacia el descubrimiento de nuestro producto y su compra mediante las estrategias push presenta una serie de ventajas para las empresas.
Por un lado, es posible llegar a un número amplio de usuarios aunque, esto también puede convertirse en una desventaja si no se ha realizado una segmentación adecuada.
Otras ventajas de las estrategias push son la obtención de un alto volumen de leads y la rapidez con la que se puede llegar a alcanzar resultados.
Las ventajas mencionadas en el punto anterior no son automáticas.
Detrás de la implantación de estrategias push hay mucho trabajo y, es importante conocer las situaciones donde su uso puede resultar más rentable.
Algunas de los casos donde podemos maximizar las ventajas de estas estrategias son:
Cuando buscamos resultados en el corto plazo.
Cuando hay una lealtad a la marca baja.
Cuando el producto no tiene mucha demanda de ofertas.
Cuando no hay demasiada diferencia con otros productos de la competencia.
Aunque su nombre es muy similar, las estrategias push y las estrategias pull no son lo mismo.
Hablamos de dos maneras opuestas de enfocar el marketing aunque también pueden ser complementarias y que una empresa se beneficie del uso de ambas.
Además, las dos proceden del modelo clásico AIDA: Atención, interés, deseo y acción.
La gran diferencia está en el hecho de que las estrategias pull o “de atracción” se dirigen de manera directa al público objetivo, es decir, no requieren de intermediarios.
Sea mediante el uso del SEM, de la venta directa, de un anuncio o de una campaña publicitaria, las estrategias push presentan muchos ejemplos para conseguir su objetivo de empujar a la compra y generar audiencia.
Si tienes una empresa y en las próximas fechas lanzas un nuevo producto está puede ser la mejor fórmula para darlo a conocer.