La NFL no está ausente de que se busque encontrar a un vencedor en sus juegos, para así tratar de evitar los empates dentro de su competencia.
Los partidos de la liga de futbol americano profesional se extienden a un cuarto adicional de juego para dar tiempo extra a los dos equipos para que intenten llevarse la victoria.
Fue en 1974 que la liga decidió agregar un período de tiempo extra para resolver los juegos de temporada regular que seguían con marcador empatado, cuando se terminaba el tiempo reglamentario de cuatro periodos de 15 minutos cada uno.
La premisa de las prórrogas habla de un periodo adicional de 15 minutos donde el primer equipo en conseguir una anotación, de cualquier manera: ya fuera con un touchdown, un gol de campo, un safety, alguna anotación de seis puntos de equipos especiales, como un regreso de patada o un pick six defensivo, sería el ganador y se le acreditaría una victoria.
En 2010 la liga instauró un sistema modificado de prórroga con muerte súbita, para ayudar a determinar un ganador en los partidos de playoffs.
Dos temporadas más tarde, la liga amplió esas reglas para cubrir todos los juegos de la NFL.
Las reglas actuales le dan a ambos equipos la oportunidad de poseer el balón al menos una vez en el tiempo extra.
A menos que el equipo que recibe la patada inicial consiga un touchdown en su primera posesión y de esa forma logre la victoria.
A partir del 2017, los propietarios de las 32 franquicias de la NFL aprobaron reducir la duración del tiempo extra en temporada regular de 15 a 10 minutos.
Si al finalizar los 10 minutos el marcador sigue empatado, el resultado del juego se registrará como empate.
Si el marcador sigue empatado al final de un período de tiempo extra, o si la posesión inicial del segundo equipo no ha terminado, los equipos jugarán otro período adicional.
El juego continuará independientemente de cuántos períodos de tiempo extra se necesiten para determinar un ganador.