En total, las faltas en el waterpolo se dividen en: faltas ordinarias, expulsiones y penaltis. Faltas ordinarias en waterpolo son las más comunes a lo largo de un partido, también las que poseen una penalización más leve. Causas de falta ordinaria en waterpolo son: Tocar el suelo o las paredes de la piscina, Sumergir la pelota, Golpear la pelota con el puño cerrado, Sujetar o impedir el movimiento de un rival que no tiene el balón, Sujetar la pelota con dos manos, Agotar el reloj de posesión, Empujar a un contrario, Agarrar o empujar al jugador en posesión del balón antes del saque de un tiro libre, Perder tiempo, Que el portero avance más allá de medio campo. Las faltas de expulsión en waterpolo implican que un jugador debe abandonar la piscina, son tipos de faltas consideradas más graves que las ordinarias. Causas de falta de expulsión en waterpolo son: Abandonar la piscina sin motivo, Interferir en la ejecución de un tiro libre, saque de puerta o tiro de esquina, Salpicar intencionalmente a la cara de un jugador, Agarrar, hundir o tirar hacia sí a un contrario que no tenga el balón, Dar patadas a un contrario o tener la intención de ello, Mala conducta, Patear la pelota, Desobedecer o faltar al respeto del árbitro. Faltas con penalti en waterpolo son las consideradas de mayor gravedad. Causas de faltas con penalti en waterpolo son: Cometer una falta dentro del área de 4 metros, Mover la portería, Agarrar el balón con las dos manos por parte de un jugador defensivo, Reingresar a la piscina sin permiso. Una falta personal en waterpolo es toda aquella falta de expulsión o de penalti que comete un jugador, cuando un jugador comete tres faltas de expulsión o penalti, es expulsado de manera permanente del partido y ya no podrá volver a ingresar en el agua.