Manel Estiarte es una autoridad deportiva, más allá de ser miembro del Comité Olímpico Internacional. La retahíla de títulos, menciones y honores complementan la pasión con la que Estiarte ha dedicado a su vida deportiva. Il Maradonna della pallanuoto, así le apodaron en Italia, es el mejor waterpolista de todos los tiempos, seis años consecutivos nombrado mejor jugador del mundo, seis Juegos Olímpicos disputados, máximo goleador y récord de internacionalidades con España. Manel se vio a sí mismo gritar una expresión serbia malsonante, rabiosa de alegría esta vez. Con Pep hemos hablado muchas veces de seguir unos Juegos en vivo. Una relación surgida en el 92 entre dos brillantes deportistas separados por los 12 minutos que distan entre Santpedor de Manresa, y que se ha ido estrechando en el ámbito profesional, desde que Guardiola le quisiera a su lado al ser nombrado entrenador del Barça. Estiarte le siguió a Múnich y a Manchester, inseparables como son, apareciendo en la misma página. Reside en Manchester, donde trabaja colaborando con Pep Guardiola en el City, aunque Pescara es su hogar sentimental, espiritual y familiar, en el que se estableció desde que jugara allí en dos etapas. Fue un privilegio haber vivido aquellos Juegos, asegura Estiarte. Es su hogar sentimental, espiritual y familiar.