Mantener una dieta saludable es clave para un sistema inmunológico fuerte.
Esto significa asegurarte de comer muchas verduras, frutas, legumbres, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables.
Incluso si no estás haciendo ejercicio o sudando, pierdes agua constantemente a través de la respiración, orina y deposiciones.
Estudios han demostrado que las personas que no duermen lo suficiente son más propensas a enfermarse después de la exposición a virus, como los que causan el resfriado común.
Si estás buscando formas de ayudar a fortalecer tu sistema inmunológico, considera enfocarte en los hábitos de estilo de vida anteriores, en lugar de confiar en las afirmaciones de una etiqueta.
Además de proporcionarle a tu sistema inmunológico la energía que necesita, una dieta saludable puede ayudarte a garantizar las cantidades suficientes de micronutrimentos que desempeñan un papel importante en el mantenimiento de tu sistema inmunológico.