Un bloque compacto se puede definir como una formación defensiva donde los jugadores se agrupan de manera que se reduzcan los espacios entre ellos.
Esto permite una mejor cobertura y ayuda a presionar al rival, dificultando así su progresión con el balón.
La idea principal es que, al mantener a los jugadores cerca, se crea una barrera casi impenetrable que obliga al equipo contrario a buscar alternativas menos efectivas.
Un bloque compacto puede ser utilizado en diversas situaciones de juego.
Defender una ventaja
Cuando un equipo está ganando, es común que adopte un bloque compacto para proteger su ventaja.
Frente a equipos superiores
En partidos donde un equipo se enfrenta a un rival considerado superior, la implementación de un bloque compacto se convierte en una estrategia defensiva clave.
La implementación de un bloque compacto tiene múltiples beneficios, entre los cuales destacan:
Reducción de espacios:
Al acercar a los jugadores, se limita la capacidad del rival para encontrar huecos en la defensa.
Facilidad para recuperar el balón:
Con los jugadores agrupados, es más fácil presionar al poseedor del balón y forzar errores.
Mayor cohesión defensiva:
Los jugadores se sienten más seguros cuando saben que están cerca de sus compañeros, lo que mejora la confianza en la defensa.