Mejora la precisión: Al lanzar el balón hacia un objetivo específico, los niños aprenden a dosificar la fuerza y a dirigir el balón con más precisión.
Desarrollo de habilidades técnicas: Este ejercicio promueve el uso de diferentes partes del pie y técnicas de golpeo, lo que ayuda a los jugadores a convertirse en futbolistas más completos.
Fomento de la concentración: Al tener un objetivo claro, los niños deben concentrarse en el lanzamiento, lo que les enseña a mantener la atención en momentos importantes del juego.
Trabajo en equipo: Aunque el ejercicio puede parecer individual, los jugadores pueden trabajar juntos para animar y aprender unos de otros.
Adaptar el ejercicio Es importante adaptar el ejercicio a las habilidades de los niños.
Si son principiantes, comienza con distancias cortas y un objetivo grande.
A medida que vayan mejorando, puedes aumentar la dificultad.
Además, considerar la posibilidad de variar los objetivos y las técnicas de golpeo puede mantener el interés de los jugadores.