Si tienes más miedo, ansiedad u otras emociones intensas por enterarte de hechos de violencia o crímenes de gran repercusión en los medios o que ocurren en tu comunidad, te pueden resultar útiles estos consejos. Obtén información confiable. Una de las mejores maneras de manejar el miedo es comprender lo que se está haciendo para proteger a tu comunidad. Cuanto más sabemos sobre la situación actual, más medidas efectivas podremos tomar para reducir nuestro riesgo. Asegúrate de recibir información de una fuente confiable. Intenta conocer y seguir todas las instrucciones de las autoridades estatales y locales. Ten cuidado. Cuando te encuentres en una situación que se puede volver violenta, es importante estar alerta. Observa lo que ocurre a tu alrededor y prepara un plan para buscar protección, si fuera necesario. Concéntrate en lo que sí puedes controlar. Las imágenes que vemos en las redes sociales y en la televisión, además de las historias que oímos y nuestras propias ideas sobre la violencia, pueden aumentar nuestro nivel de ansiedad. Piensa en lo que puedes controlar y en cómo puedes reducir el riesgo de convertirte en una víctima. Por ejemplo, evita las zonas en las que pueden ocurrir hechos violentos. Es probable que quieras revisar el plan de seguridad de tu lugar de trabajo y hablar de la seguridad con tus familiares y amigos. Intenta reducir tu exposición a los medios de comunicación. Cuando conoces un hecho, se recomienda no ver tantas repeticiones de lo ocurrido. Es importante estar informado, pero la exposición constante puede traer sentimientos de angustia. Evita las noticias e historias emotivas que puedan aumentar los pensamientos y sentimientos trágicos. Acepta tus sentimientos. Si notas que tus sensaciones son intensas, admítelas. No intentes ignorarlas o negarlas. Habla sobre tus miedos o preocupaciones con las personas que te apoyan. Cuando manifestamos y compartimos nuestras preocupaciones, recibimos apoyo emocional. Sigue una rutina y un estilo de vida normales tanto como sea posible. Hacerlo habitualmente nos motiva a sentirnos bien. Cuídate. Asegúrate de descansar bien y llevar una dieta sana, para que te sientas lo mejor posible. Evita el uso excesivo de alcohol y/o sustancias. Practica técnicas de relajación. Cuando las emociones se intensifican, la respiración profunda o la meditación pueden resultar útiles. Estas técnicas sencillas pueden ayudarte a controlar los síntomas físicos de la ansiedad y traer calma a tus pensamientos. Probablemente, aquellos que han sido directamente afectados deseen buscar ayuda de un profesional o de servicios de apoyo. Se puede acceder a estos servicios a través del Programa de asistencia al empleado (EAP, por sus siglas en inglés). Para obtener más información, puedes consultar a tu empleador o al departamento de Recursos Humanos. Cómo ayudar a tus niños a manejar las emociones relacionadas con la violencia Nuestros hijos son más propensos a tener miedo por los hechos de violencia. Les cuesta más entender lo que ocurre y ponerlo en perspectiva. Debemos prestar especial atención a sus necesidades. Estos consejos pueden ayudarte. Bríndales información honesta sobre los hechos de una manera que puedan entender. Ofréceles solo la información que pidan. Motiva a tus niños a que hablen contigo sobre sus sentimientos y pensamientos relacionados con los hechos de violencia. Escucha sus preocupaciones y tranquilízalos. Por ejemplo, menciona que el hecho se limita a un pequeño número de personas y que el riesgo para cualquier persona en particular es muy bajo. Recuérdales que siempre harás lo posible para mantenerlos a salvo. Limita la exposición de tus niños a los noticieros y las redes sociales. El hecho de ver imágenes repetidas de un hecho puede ser tan perturbador para un niño como si volviera a ocurrir. Intenta verlos con ellos y luego hablar sobre el tema. Cuéntales historias de héroes, voluntarios y agentes públicos. Esto puede ayudar a contrarrestar algunos hechos negativos. Procura mantener las rutinas de la familia, especialmente respecto de las comidas, los horarios para dormir y las actividades sociales y recreativas. La estructura ayuda a los niños a sentirse a salvo. Haz una pausa para realizar actividades relajantes, como leer con ellos o jugar juegos de mesa en familia. Debes ser especialmente paciente con tus niños, tu familia y otros seres queridos. Demuéstrales tranquilidad, abrázalos y sé afectuoso. También sé paciente contigo y comprende tus propias necesidades.