Durante siete siglos, el 95% de los materiales utilizados para las boyas de navegación estaba compuesto por madera y metal, por lo que materiales como el plástico y la fibra de vidrio solo representaban el 5%
La primera boya de navegación registrada a nivel mundial fue un barril flotante de madera amarrado con un peso, que señalizaba los bancos de arena del río Guadalquivir hasta el Puerto de Sevilla, único puerto marítimo interior de España.
Fue publicado en el siglo XIII, en el manual de navegación más antiguo llamado Lo Compasso da Navigare.
En los siglos XVI y XVII, cuando el Puerto de Sevilla era la “Puerta de Indias”, las naves procedentes de América amarraban frente a Chipiona, esperando la marea, como los mercantes de hoy, con destino al Puerto de Sevilla.
A finales del siglo XIX se instalaron marcas nocturnas en el río Guadalquivir.
Entre sus ventajas destacan un mantenimiento más fácil, más visibilidad diurna, y adaptación a la corriente y oleaje.
Por lo tanto, todavía estamos probando y descubriendo el potencial de estas 'nuevas' tecnologías en las aplicaciones AtoN.
Hoy en día, la mayoría de los fabricantes utilizan cada vez más este tipo de materiales: un gran porcentaje de las boyas están fabricadas completamente de plástico o una combinación de acero y plásticos.
A finales de 2020 que tuvo lugar la última renovación de las señales en Sevilla, Almarin y la Autoridad Portuaria de Sevilla optaron por una boya híbrida, que aúna lo mejor de ambos mundos: un flotador de elastómero de célula cerrada, insumbergible, con alta resistencia a la colisión, junto con el acero (inoxidable en este caso) que se caracteriza por tener una mayor robustez que el plástico, necesario para estas boyas que están sujetas a corrientes constantes y cargas pesadas.
A día de hoy, no existen estudios concluyentes sobre la persistencia del color en el plástico; no obstante, el esquema de pintura, y su calidad aplicado al acero, mantiene mejor el color, además de ser fácilmente repintado, asegurando así una mejor visibilidad a lo largo del tiempo.
Actualmente, la desembocadura del río Guadalquivir cuenta con la tecnología más avanzada no solo por sus boyas, sino que cada par de señales cuenta con linternas LED sincronizadas y una de ellas tiene un AIS-AtoN.
Además, un Racon en una boya de aguas seguras y balizas de enfilación a lo largo del canal muestran el compromiso del Puerto de Sevilla con las resoluciones de la IALA, así como con la seguridad marítima y la protección del entorno.
El Puerto de Sevilla es el único puerto marítimo interior de España.
Se encuentra en una de las ciudades más importantes del país, con más de un millón y medio de habitantes viviendo en sus cercanías, y en el principal hub de carga del sur peninsular.
Es un puerto totalmente multimodal con conexiones marítimas y terrestres y en sus 850 hectáreas hay mucho espacio para desarrollar la logística.
La ruta por el río Guadalquivir discurre por un canal de navegación denominado Guadalquivir Euroway E.60.02, que forma parte del corredor atlántico de la Red Transeuropea de Transportes.