En esta entrada vamos a hablar del defensa central en términos generales, ya que siendo más profundos en el juego tendríamos que hablar de “dos roles” fundamentales como los son el libre y el stopper, donde cada uno tiene diferentes obligaciones.
Por biotipo, los defensas centrales son jugadores altos, fuertes y rápidos, con un excelente juego aéreo y capaces de interceptar los pases.
Además, de los fundamentos individuales que trae la demarcación de defensa central.
Juego aéreo: Es tan importante lo que se hace antes del impacto como el golpeo mismo.
La velocidad y la potencia del salto son fundamentales, un buen posicionamiento y no perder nunca de vista la marca hace que el balón no vaya a sobrar al defensor en esta acción de juego.
Agresividad en el duelo: Agresividad no entendida desde ir con fuerza desmedida contra el rival.
Si no, desde no permitir que el rival gire y quitarle tiempo y espacio a la decisión del atacante para que tome decisiones condicionado y ganar el duelo.
Liderazgo: Como para cualquier ámbito de la vida el liderazgo es esencial para un defensa central.
De hecho es una de las características intrínsecas en su posición.
Para eso debe comprender los elementos elementales de una línea defensiva para organizar la línea y comunicarse con sus compañeros de manera efectiva y evitar desajustes.
Interpretación: La evolución del fútbol actual ha traído las defensas adelantadas y por lo tanto defienden con mucho espacio a su espalda.
Sobre todo que, para poder ejercer una buena presión alta el bloque tiene que estar lo más junto posible para no permitir una salida fácil del rival.
Aquí es donde la lectura de juego o interpretación se convierte en un valor de suma importancia para el defensa central.
Al defender a velocidades encontradas o tener que girarse para correr hacia atrás, estar bien perfilado e intuir un segundo antes el movimiento del atacante la defensa de la zona se va a facilitar.
Interpretar es anticipar.
Juego en ataque: Habitualmente los defensas centrales reciben solos en salida de balón y en superioridad numérica frente a los rivales que presionan.
Entonces, la técnica en función de ataque toma una responsabilidad enorme en la construcción del juego en fase ofensiva: la calidad en el pase para que su equipo pueda salir jugando de manera limpia y la conducción para fijar y liberar a un compañero con el fin de superar líneas rivales son altamente importantes a la hora de desconectar la estructura defensiva.
También, en el fútbol moderno y los pocos espacios que tienen los “jugadores más creativos”, los defensas centrales se han convertido en los generadores de juego buscando siempre el pase entre líneas y dibujando jugadas.
Además, deben brindar cobertura ofensiva cuando se está en campo contrario con el fin de ser opción de pase cuando el rival ahoga y así mantener la posesión de la pelota.
Por último, el lanzamiento en largo es otro recurso que debe manejar un defensa central en fase ofensiva cuando se debe girar el juego, buscando al extremo contrario para dejarlo en ventaja o, ante la imposibilidad de salir limpio, buscar la espalda de la defensa rival con pases largos precisos.